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¡Es muy sencillo!
Sólo tienes que recordar algunas cosas:
Basta con frotarlas con un paño seco y suave, esto eliminará posibles manchas y las dejará brillantes.
Evita bañarte en el mar, piscina o incluso ducharte con tus joyas puestas. En caso se mojen, procura secarlas bien y que no queden rastros de humedad.
Siempre guarda tus joyas en un lugar fresco y seco, lejos del contacto con el aire y humedad y ojalá cada una por separado.
En caso quieras una limpieza más profunda, existen paños de limpieza, que inlcuyen un suave polvo para pulir. Unas pocas pasadas con este paño y tus joyas lo agradecerán.
Recuerda también no ponerte cremas, lociones para el pelo o cuerpo, maquillaje o perfume con tus joyas puestas.
Y por último ¡nunca utilices productos abrasivos para limpiarlas!
